
Llevo una semanita guai. Casi cada día sufro un par o tres de horas de insomnio vespertino. En ese tiempo precioso que escatimo a Morfeo se me ocurren algunas barbaridades que tienen que ver sobre todo con el trabajo, lo que me lleva a tener posteriores pesadillas sobre lo mismo. Encima mi jefe está gracioso, parece que se haya tragado todo un vólumen del Club de la Comedia, y yo llego de mala uva. Como no sé fingir en cuanto al humor se refiere, lo más problable es que vaya sumando puntos para un próximo burofax, porque maldita la gracia que tienen los chistes.
Al final, la táctica de cantar viejas canciones infantiles del tipo "un elefante, se balanceaba..." me sacan del lado oscuro y me llevan al sueño más profundo. Pero mi mal humor sigue, a pesar de estar a viernes.
3 Comments:
A mi me funcionaba tararear la canción del barrio sésamo
Has puesto uno de mis cuadros favoritos... :)
Prueba a leer uno de esos tochazos de autores impronunciables...
¿Sueñas con insomnio?
Yo, sueño (o más bien tener una pesadilla) durmiendo como una lirona guapísima.
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