Febrero...

...ese mes tonto que llega después de la cuesta pero que, en si, ya supone la misma cuesta aunque menos publicitada. Y en su meridiano nos deja el día menos romántico y más comercial del año. Que manía le tengo a San Tontín, y no porque no esté enamorada o no me guste hacer regalos ídem, si no por lo de ñoño que me parece el tema de que los grandes almacenes, firmas y demás tengan que decirte en qué momento y el qué regalar.

Siempre me ha pasado esto mismo, hasta que hace siete años el benjamín de la family decidió adelantar su nacimiento, previsto para marzo, un mes. Es lo único bueno de este mes. Lo único, único.