¿Qué pasa...
...cuando todos tus esquemas se vienen abajo? Tienes una vida más o menos estructurada y empiezan a lloverte cambios inesperados y, para más inri, desafortunados. Sabes que tienes mucha gente alrededor que te quiere, te escucha y está lista para apoyarte, pero tú, lejos de hacerlo, prefieres la soledad de un cuarto de baño para dar rienda suelta a tu llanto. Llanto de rabia, impotencia y, por descontado, de inmensa pena. La pena de no poder hacer nada por evitarle a esa gente que te quiere que tenga que pasar por lo mismo que tú. Estando tan triste, compartiendo tanta tristeza, cuando estás con los tuyos solo puedes sacar temas frívolos para aliviar la tensión en lugar de abrazarlos y llorar juntos, que es lo que realmente quieres hacer.
Odio febrero, ya os lo dije...